Se ha confirmado que el déficit de las administraciones públicas durante el 2013 fue del 6,62% sobre PIB comparado con el límite del 6,5% fijado por la Comisión Europea. España debe continuar en la senda de la reducción del gasto público no productivo ya que estos niveles de déficit no son sostenibles en el tiempo. Si bien, existe el riesgo de que la significativa mejora macroeconómica combinada con la incipiente reactivación de la economía “real” desincentiven las reformas que continua necesitando el país. No se debe caer en la auto-complacencia y sí apostar por medidas de crecimiento, de aumento del empleo y de incremento de la competitividad. Estamos en un momento crucial para la economía española en el cual las Administraciones Públicas deben aplicar las lecciones del pasado reciente.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex