En un mundo cada vez más conectado y con capacidad para comprar cualquier producto en cualquier punto del planeta en cualquier momento vía internet, una mayor integración económica entre Europa y los Estados Unidos tiene todo el sentido. Desde luego, no estará exenta de reivindicaciones proteccionistas de ciertos países y sectores pero los beneficios de una mayor competencia afectarán positivamente a los consumidores. Los empresarios europeos deben verlo como una oportunidad de entrada en un nuevo mercado y confiar en sus capacidades para conquistar el mercado americano.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex