La tragicomedia griega todavía puede depararnos distintos finales pero todos ellos tienen un denominador común: el empeoramiento de las condiciones de vida de la población griega. Los ciudadanos griegos fueron claros en el pasado referéndum optando por una huida hacia delante sin valorar todas las consecuencias (cotidianas y a medio plazo). Su situación ha empeorado desde que Alexis Tsipras llegó al poder y la dimisión de Yanis Varufakis no soluciona los problemas a los que se enfrenta. España debería extraer las conclusiones oportunas de esta tragicomedia.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex