Las economías como los barcos cuentan con una inercia que les permite seguir avanzando aunque ya se haya decidido parar. En los últimos meses, la economía británica ha vivido de esa inercia pero las decisiones políticas que se aventuran en temas de inmigración, proteccionismo y más importante aún en temas de seguridad jurídica están ya impactando en la cotización en mínimos de la libra esterlina así como en decisiones empresariales negativas en la City. No debemos olvidar la relación de dependencia de nuestra economía mallorquina y su potencial impacto negativo.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex
