Ha quedado claro que el Reino Unido desconocía o minusvaloraba las consecuencias negativas para ellos en el corto y largo plazo. Visto en retrospectiva, parece que no se transmitió a la nación la importancia de esta transcendental decisión. El pasado, pasado está y los responsables y el pueblo británico deben asumir las consecuencias de sus actos. Pero se deben extraer las conclusiones y entender que a los políticos se les elige para que tomen decisiones y no pasen las responsabilidades a los ciudadanos que no pueden evaluar adecuadamente temas tan complejos y profundos.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex