No tan solamente las cifras macroeconómicas y los resultados empresariales muestran que la economía está mejorando, sino que también las economías domésticas comienzan a ofrecer signos esperanzadores. La concurrencia de factores como la mejoría del crédito o bajadas de impuestos unidos a un cambio de actitud más positivo hacia nuevos proyectos permiten ser optimistas para el futuro cercano. Se empiezan a recoger los frutos de los esfuerzos pasados y ello nos debería servir de estímulo para afrontar nuevas reformas necesarias para incrementar el bienestar económico.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex