Las relaciones laborales han ido evolucionando desde el siglo XIX aportando derechos consolidados a los trabajadores y contribuyendo a un estado de bienestar para toda la sociedad. Ahora bien, el contexto globalizado actual tiene un impacto negativo sobre el tipo de trabajo ofertado por las empresas en términos de flexibilidad y duración. No hay que olvidar que son los mismos trabajadores (consumidores) los que piden servicios más baratos, mayor calidad y disponibilidad a las empresas. Por ello, las empresas tan solamente adaptan su estructura de costes a esta realidad.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex