Un modelo de economía que requiere altas tasas de crecimiento y endeudamiento junto con una burbuja inmobiliaria y bursátil está arrastrando a China hacia una tormenta perfecta. El Estado chino ejerce un férreo control económico-informativo y quizá la calidad de los datos económicos chinos no nos esté permitiendo ver la fotografía completa. Llevamos meses debatiendo sobre el rescate griego pero el potencial impacto negativo de China en la economía global es infinitamente mayor ya que en este caso el tamaño sí importa y eso lo están sufriendo las bolsas mundiales.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex