La crisis nos ha mostrado multitud de ejemplos de empresas que protagonizaron un importante crecimiento pero a la vez desordenado e incoherente sin criterios de rentabilidad y que a la postre han sido empresas fallidas. Se pueden trazar ciertos paralelismos con el comportamiento de la Unión Europea que ha incorporado numerosos países creciendo en habitantes pero sin superar criterios fundamentales económicos, culturales ni sociales. Siempre es preferible organizaciones más cohesionadas y fuertes aunque sean de un tamaño inferior o con un crecimiento más moderado.
Luis Martínez-Almoyna Rifà
Director de Fiadex